martes, 1 de septiembre de 2020

Atea y Cristiano.

Estaba yo la atea, sentada llorando en la vereda de la calle tristeza y pasó un bondadoso cristiano. Al verme sollozar pregunta si me puede ayudar, yo al verlo tan bueno y tan cristiano me pareció casi imperceptible frente al dolor que mi corazón destellaba. El cristiano ante la indiferencia viene e intenta sentarse a un costado, traía pomposas ropas que le dificultaban algo tan simple como sentarse en el suelo. Mientras el ancho hombre agarraba sus indumentos y emitía unos crujidos al agacharse yo claramente desvié mi atención hacia él, era imposible no desviarla, cuando por fin logró depositar su trasero en la acera yo lo miraba absorta con mis ojos hinchados pero con una pequeña sonrisa en los labios. El viejo al encontrarse con mi mirada sonrió y como desinflándose dijo:
-¿Qué te pasa?
-¿Cómo qué me pasa?, Me dió risa todo el espectáculo que haces para sentarte y me hace gracia que lo hagas.
-Te pregunto por qué lloras?
-Lloro porque se va a morir una tía, está enferma y sufre mucho dolor, solo vine a llorar a ver si se me pasa esta sensación de frustración, tengo un velo que cubre mis reflexiones porque estoy perturbada con mi pena y necesito sacarlo para tomar buenas decisiones.
-Voy a rezar por ella!
-Mmm, gracias.
-Voy a rezar por ella porque tu no puedes, estás permanentemente racionalizando tus deseos, al rezar y encomendarle a Dios todo poderoso suelto de alguna forma este deseo tuyo de que tu tía tenga alivio en su dolor.
-¿Cuál es tu nombre?
-Sebastián
-Sebastián, yo soy Carolina, primero que todo te agradezco profundamente la gestión, tienes razón en esto que racionalizo todo, y si, yo no puedo rezar, no sé hacerlo, no creo y me siento ridicula pidiendo  mis deseos a un Dios. Hoy al verte tan empoderado y sermoneando con vocabulario profundamente cristiano siento que te debo agradecer, desde tu esfuerzo por empatizar conmigo en el suelo, hasta llevar mis aflicciónes contigo traduciéndolas a tu religión. Gracias por detenerte a pesar que traigo mi bandera de atea, yo hubiese hecho lo mismo por alguien agobiado, independiente de su bandera.
-Tal vez Dios quiso que nos encontremos!
-Mmm...
-Dios tiene a todos en mente, a los ateos también.
-Mmm bueno, me voy, tengo cosas que hacer, gracias de vuelta!
 -Te sientes mejor?
-Mucho mejor Sebastián, mucho mejor. ¿Quieres que te ayude a que te pongas de pie?
-Si claro, macanudo!
                                                                          
 
 
UNAS SEMANAS DESPUES 

-Ey Sebastián, qué tal?
-Carolina, bien aquí, tú cómo estás?
-Bien, bueno.. No sé , te venía a contar que murió mi tía
- DIOS LA TENGA EN SU SANTA GLORIA!! Lo lamento mucho.
- Si, pasa que mi tía fue velada en una capilla y el responso lo dió un cura, eran sus últimos deseos supongo. Entonces, como justo apareciste ese día que yo estaba acongojada... Vine contarte.
- Muchas gracias por confiarme algo tan íntimo Carolina.
-Bueno, que estés bien!
-Tu también y puedes venir cuando quieras, eres bienvenida Carolina!. 
 


                                                                             FIN


No hay comentarios.: