jueves, 22 de octubre de 2015

Ahí te va!

Ya me han dicho que el crecer duele hasta desgarrar, hermoso el silencio luego del hecatombe, sanador el viento que protege y limpia, visionario el latir del corazón y esas voces antes que salga el sol.
Que manera de llorar en clarividencia anticipando que se desmorona un sueño, tanto que entra en frecuencia sintiendo mutilada una parte de la utópica ilusión, intuyendo el descanso luego que se esconda el sol.
Maravillosa es la vida, tan perfecta y generosa, me levanto y de pie recibo el obsequio sacrificando un trocito de corazón, de pulmón, un trocito de mi.
Así llega luego el viento a musicalizar dulcemente, la magia de la verdad, la transparencia en el aire, en la tierra y en el fuego acompañan mis amigos de la risa, regocijo y libertad.
Es más grande hoy mi alma, más intenso mi pensar, más concreta mi ideología y más fuerte mi caminar.
Este árbol hoy florece, pocas flores se abrirán, un exclusivo color todas ellas, jamás visto pues extinto está.
Gracias vida, gracias llanto, gracias sangre, gracias sueño, gracias alegría, gracias respirar, gracias yo.
                                                                           Fin

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