sábado, 12 de diciembre de 2015

Lindo es el amor

Y ya se asoman los sonidos aislados, esas trompetas embriagadas, vibran trombones agobiados de existencia ajena.
Zigzageando en el aire los capturo soportándolos en tonos graves del acordeón renovado, los tildes gastados se  encuentran dulces y torpes, como volviendo a nacer, con la felicidad virgen, aprendiendo a vivir, gestando una armonía que puede que a nadie le guste, pero a mi si.

Es la armonía ambigua del amor, que puede que sí que puede que no, experimentando espontáneamente el sentimiento, volviendo a las células, a la infancia, al apego, al corazón.

Tan lejos tan cerca. Tan débil y fuerte. Tan distinto par de experiencias que se encuentran, se conquistan, se ensamblan enseñando mutuamente  los delicados brotes, ingenuos, puros, preparados para fortalecerse intercambiando estímulos bondadosos.

Lindo es el amor.

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