viernes, 26 de julio de 2019

Encuentros fortuitos

Año 2003, Octubre

Venía completamente fatigada desde África, con fiebre y hecha una porquería, arribé en Tolouse, Francia, donde tuve que quedarme para sanar, mi destino era Madrid donde esperaría salir a Chile lo antes posible, venía con enfermedades desde el continente de enfrente y tuve la suerte de caer en casa de la madre de una amiga que me cuidó con caldos, cariño y ungüentos maravillosos, entonces me recuperé pronto y pude salir a Madrid algo débil aun.
En la estación de metro de Madrid tuvimos que tomar un bus los pasajeros por arreglos en la vía del tren, entonces una vez arriba del bus, bien apretujados un hombre con clara apariencia de moro comienza a abrir mi bolso disimuladamente, en eso le digo discretamente; -Ey .. Él me mira y hago un gesto de que se acerque, que le quiero decir algo. Al acercar su oido a mi boca le susurré; -No me robes por favor.-
Me miró a los ojos y se alejó un paso sin dejar de mirarme, sus ojos denotaban algo como impresión, yo realmente estaba cansada y no estaba para travesuras en realidad menos ahí y menos con él, no dejé de mirarlo hasta que él desvió su mirada.
Cuando llegamos a la estación, él me ayudo a cargar mis maletas y luego que las dejó en la acera, se despidió extendiendo su mano y agradeciendo... - Gracias a ti- Dije.

En realidad no supe que más decir.

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