miércoles, 17 de enero de 2018

Madurando

Recibiendo las señales si, pero por mucho que brillen, se han vuelto monótonas... Órbitas predecibles sin sorpresa.
Mi búsqueda se aleja a través de océanos, desiertos, montañas , fuera del planeta incluso, con el vuelo libre de andar... Y la cuenca, inicio hogar, inicio despertar, gracias.

Ignoro al ignorante, ya no hay cupo para quien sólo ve desde él.
Los muertos que me piden, los muertos que se van.
Las muertas que me admiran, las muertas callarán.
Soy una mujer libre y enamorada en libertad... Al fin !
Los maestros ríen, gracias.
La fuerza de montaña y mi hija se convierte en doncella sabia.
Es hermoso amar.

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