lunes, 20 de junio de 2016

Mestiza- Sueño 20-6-2016

Soñe con una mujer hermosa, no paraba de adular mi vida, mi personalidad, mi persona.
Era rubia de ojos azules, blanca y muy delgada de cuerpo.
Era tan delicada que yo detenía mis labores temiendo hacerle daño, me desconcentraba su permanente admiración hacia mi trabajo, hacia mi forma de ver la vida, el cómo yo había resuelto altibajos, las trampas destinadas a mi fracaso, como seguía de pie luego de luchar y siempre con las armas listas para la defensa. Tuve un extraño y lejano sentimiento hacia ella, actúo desinteresada y como aplicando tolerancia a una persona sin experiencias para compartir.
Hasta ese momento yo no tenía problemas con esta visita, siempre pensando que sería solo temporal y que pronto podría reintegrarme en labores sin desviar la atención.
Pero mi sorpresa fue inmensa, cuando feliz me anunció que se quedaba conmigo porque quería aprender. Es entonces que me ofrece un saco de tela supuse que con dinero, para amortiguar las molestias.

Le contesté de inmediato que no era posible, que ya tenía una hija y no puedo dedicarle enseñanza a  una ser tan delicada y fina,  tengo mucho que hacer y sería una carga adicional que he aprendido a dejar en el sitio que está.
Le ofrecí mis disculpas, le expliqué que ya aprendí a reconocer los míos, ustedes me enseñaron, hoy lamentablemente traigo una discriminación intrínseca muy profunda contra quienes creen que debo enseñarles, que debo servirles, que debo algo por ser feliz.

¨No quisiera vivir contigo aun que traigas tu saco de dinero, es algo que no me sirve en estas circunstancias, ni la plata ni tu compañía ansiosa de ver como es la verdadera vida¨ -Le dije.

La chica se irguió y me dijo: 
Estás mal en tu pensar, dices que tienes la discriminación pero no es así en lo interno,  en tu sangre me traes y soy parte de tu pasado ancestral, soy tu abuela y vengo a restaurar mis colores y mi raza en tu consciencia, en tu corazón, en tu espíritu.
En este saco no traigo dinero, traigo semillas y piedras, son para tí, las he recolectado en el camino de mis tierras, una a una para enseñartelas.
-Tu más que nadie sabes que la fuerza no viene en el color de la piel, que la sangre mezclada es el resultado del amor que trasciende los límites del pensamiento, de las normas, del rigor del hombre por la perfección subjetiva de él mismo. Eres la evolución del pasado, mi evolución.

Voy a fortalecer tu alegre espíritu que cansado está de sorpresas, de trabajo, de mentiras, de aislamiento, de pena. Primero debo decirte hija, es normal en este mundo, debes comenzar a gozar con lo bueno, con lo malo y solo regocíjate... Porque acá estoy para protegerte. Así reencontrarás  tu rumbo libre y espontáneo, eso es lo que eres, no te pierdas en la estructura.

Me lancé como una niña a descubrir los tesoros de la bolsa de mi abuela, sacaba piedras hermosas y pensaba en que mi hija sería feliz con todo lo que estaba pasando.

Agregó: ¨ Carolina, vas a tener que cruzar sin armas,  deberás aprender aceptando y ya verás que las luces siguen, el viento sigue, la lluvia, la luna y tus fuertes lazos ancestrales te acogerán¨ . Debes restaurar con fuerza madura.

Desperté pensando que la dulce chica es una fuerte, sabia y energética maestra madre, abuela, tatara tatara ... Me vino a tirar las orejas para que no siga con prejuicios infundados que se te pegan cuando estás inmerso en la sociedad de este país.

La bisabuela  de absoluta apariencia caucásica que tuve, viajó por días con sus cuatro hijas pequeñas en mula desde la cordillera interior a la ciudad de Arica, más que huyendo del padre de sus hijas (un aristócrata de aquellos tiempos), ella buscaba la felicidad para su descendencia.

Felicinda su nombre, hija de Rosa y nieta de Sinencia, Sinencia es mi trastatarabuela, una diaguita que en los años 1800, se emparejó con el hombre Polaco.

                                                                           Fin

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