domingo, 11 de marzo de 2012

EL OMBLIGO Y EL OJO

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Érase una vez un ombligo muy vanidoso,  vivía debajo de la ropa casi todo el tiempo a veces le tocaba baño y muy de vez en cuando una limpieza profunda, él no tenia que hacer esfuerzo alguno, no se alimentaba, no leía, no hacía deporte, pero si estaba seguro que su sitio en el cuerpo humano era imprescindible, - ¨Estoy en el centro del cuerpo y eso es muy notorio¨ –Se decía. ¨ Suficiente razón para creer que un cuerpo sin ombligo no puede vivir¨ .
La única actividad que le fastidiaba del cuerpo era cuando hacía abdominales que para su buena suerte no era tan seguido.
Un buen día el ombligo salió a pasear, se miraba en cada reflejo, era muy curioso con su apariencia ya que jamás  podía observar sus pliegues y las vueltas que estos forman, dedicó un buen tiempo a descubrirse y admirarse frente a un espejo, concluyó que su aspecto era más bien como un nudo, -¨Un hermoso nudo. Tal vez aquí se anuda la piel cuando terminan de forrar el cuerpo al fabricarlo¨ - Se decía.
Estaba en eso cuando de pronto apareció un ojo, azul como el cielo, tenía un lunar oscuro en el centro que lo hacía más atractivo aún, Ombligo nunca había visto un ojo de cerca y quedó impresionado con su hermosura, pero su naturaleza vanidosa y egoísta le hizo disimular su impacto.
- ¨Pero mira¨- Se dijo a si mismo el ojo -¿Si no es un ombligo?, esto tengo que verlo de cerca, nunca se ven ombligos por acá¨-
El ojo observaba detenidamente a Ombligo, lo mira por aquí y por allá, de pronto con sus pestañas pinchó a Ombligo.
-Hey!! ¿Qué crees que soy? ¿Un espectáculo?, yo tampoco había visto un ojo en mi vida, y no te observo como a un bicho raro- Le manifiesta Ombligo
-Es que dicen que ustedes son muy diferentes entre ombligos, recuerdo una vez cuando niño… El ojo seguía mirando hasta el más mínimo detalle del enrollado cuerpo de Ombligo.

Ombligo a pesar de lo incómodo no perdió la ocasión de subrayar las palabras del ojo -¨Es que nosotros somos únicos y fundamentales ¨-
Ojo de inmediato se incorporó, era sabio, bastante mayor que Ombligo, lo miró y justificando su ignorancia y arrogancia porque era demasiado joven y le preguntó:
-¿Para que sirves y eres tan fundamental?-
Ombligo miró y se vio al centro de cuerpo pero realmente no había ninguna responsabilidad, no tenía que cumplir ninguna función específica, al no tener respuesta le dio rabia, no pudiendo contenerse  le preguntó como un disparo al ojo: -¿ Y para qué sirves tú?
Ojo sonrió  - Ombliguito , yo sirvo para ver todo, gracias a eso el cuerpo puede observar y reconocer las cosas, los colores... Somos muy importantes los ojos,- ¨Si pero igual son dos¨- Añadió ombligo con algo de envidia en sus palabras.

-¨ Claro que somos dos, y me encanta tener un compañero, pero con que tenga uno el cuerpo ya es suficiente¨. - 
 Ombligo se preguntaba entonces ¿por qué eran dos?
Ojo añadió: - ¨Aún que bueno, al tener solo un ojo se pierde la profundidad de campo, el cuerpo andaría chocando con las cosas al principio, pero luego de un tiempo se acostumbra¨-
Ombligo se preguntaba ahora -¿Que era la profundidad de campo?-
Ojo continuó su monólogo : 
- Imagínate la vida sin ojos, todo oscuro, no hay detalles, contornos, amaneceres, campos, el mar, las estrellas, las montañas, los bosques y ríos.
Ombligo ya se había desconectado de la conversación, no podía creer que no tuviera objetivo alguno en el cuerpo humano, no tenía la respuesta del tono satisfactorio que le dio el ojo con su función en el cuerpo y para su vida cotidiana. Repentinamente lo invadió una profunda tristeza y decepción.  Ojo comprendió que ya le había dado una lección a nuestro querido amigo e insistió con la pregunta:
-Entonces ombliguín… ¿Para qué eras tan fundamental?¨
Ombligo no tuvo mas remedio que encogerse de hombros y reconocer que no tenía respuesta, su frustración era evidente, le vinieron unas ganas de llorar terribles, el ojo sintió ganas de reír, pero solo con una leve  sonrisa le explicó:
- Ombligo tu eres la marca de conexión en el cuerpo, gracias a ti los bebes que crecen en la barriga de las mamás, se alimentan y respiran, durante los nueve meses de gestación del ser humano al menos, tu función es definitiva e indiscutiblemente vital para el cuerpo en la etapa de desarrollo embrionario o embarazo, luego que la criatura esta lista para enfrentar el mundo exterior, o sea con todos sus sentidos desarrollados, al nacer, cortan el cordón umbilical, que es tu origen y así es  que quedas con esta apariencia al centro del cuerpo por el resto de la vida. -
Ombligo poco a poco fue recuperando su alegría y también volvió a sentir importante su existencia y a pesar de lo que le decía el ojo, esta vez no se sintió único y fundamental, la humildad había aflorado en él, nunca lo había sentido, pero algo de confort le traía este nuevo e inexplorado estado, se sentía más grande, maduro, mas alto, desde ese momento el ojo era un maestro para él.
- ¡ Muchas gracias Ojo, eres sensacional, además muy hermoso, creo que he aprendido gracias a ti y me gustaría saber mucho más!-

Ojo conmovido por la nueva actitud de Ombligo, valoró su humildad y reconoció que si seguía así, podría ser una buena persona, -¨ Tal vez podrían ser buenos amigos¨.- 

-¨ Tienes que estudiar e investigar lo que te presenta tu entorno, hazte preguntas y trata de responderlas de acuerdo a las circunstancias, observando todos los puntos de vista, aplicando empatía y tolerancia, es la única forma de encontrar respuestas sólidas¨-

Las palabras de Ojo eran como llaves en la mente de Ombligo, cada una abría puertas a un universo de posibilidades, -¡Ojo es mágico!-

- Aun que…- De pronto Ojo descubrió que Ombligo se comportaba extraño...

Ombligo lo observaba  expectante, interesado ahora en cada una de sus palabras 
-¨No puedo dejar pasar ni un detalle de mi maestro iluminador¨- Pensaba Ombligo.
Ojo algo perturbado ya por la ansiedad de su compañero cambió de estrategia para bajar el perfil a su imagen divina que había formado la mente de Ombligo.

- Si quieres nos reunimos a conversar una vez por semana, yo trabajo casi todo el tiempo,
 ¡Hay que alimentar a la familia pues! Podría hacerme un tiempito a esta hora, este mismo día de la semana, en este lugar.

- Esa frase de ¨ Alimentar a la familia pues¨ fue para Ombligo como un balde de agua fría, despertándolo  del ¨Sueño del maestro iluminador con su aparición milagrosa, para enseñar al discípulo elegido por el universo¨.-

 Pues no, estaba frente a un ojo, trabajador, con responsabilidades comunes y corrientes ofreciéndole su amistad.

-     ¨ Encantado¨ - Respondió Ombligo.


            Fin

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