La gente con tiempo suele ser cahüinera encuentro, procuremos no tener tiempo.
La gente con tiempo suele ser cahüinera encuentro, procuremos no tener tiempo.
Y al final que queda? Nada!
Somos la sumatoria de nuestros Lapsos de Tiempo.
Procuremos generar instantes de calidad
lo que debe funcionar como un interés compuesto,
en el desarrollo como individuo
y tal vez nos encontramos
en un espacio anexo
sin luz
solo intuición
desde hoy 24 abril 2023, apuntaré palabras que voy descubriendo que de alguna manera me generan un dolor por ahí, en un inconsciente que es colectivo.
Raza
Detonaciones Nucleares
ZOO
Ravensbrück
Incendio Forestal
Opio
Charlie Hebdo
Segunda Guerra Mundial.
BRUXISMO
ME TOO
Ana Frank
Ku Klux Klan
HAMBRE
Plastico
Chullachaky
Burka
Gabriela Mistral
Reich
Pedofilia
Dictadura Militar PINOCHET
mentira
Siempre pensé que encontraría a alguien que fuera como yo, que tuviera sueños parecidos, que en algún río, en alguna playa, en los bosques más frondosos, en el desierto, los arrecifes, la altura del altiplano, entre la nieve en la cordillera de Los Andes, en el juego con niños ajenos, en las conversaciones con abuelos eternos, en la hambruna o en el lujo, en los mitos de la selva amazónica, en el centro, en el extemo, al costado, nunca apareció, nunca vi nada parecido, nada familiar, un brillo…Nada.
Me estaba
buscando a mi misma y hoy me doy cuenta que he sido única... Bien única.
Si alguien encuentra
algo parecido favor avisar con suma urgencia, sólo para tener una conversa a la
altura, antes de morir o después también sirve, riéndonos eso si que sí.
Gracias me doy y me amo.
Estoy lista para escribir el libro tia Ceci querida, eres mi prólogo!
Tuve una amiga que tuvo una perra sorda, se llamaba Blanca y cuando Blanca no le hacía caso, la retaba haciendo mímicas.
FIN
Obsesionarse con dinero, desgarrarse y sufrir por él, qué vulgaridad más humana!
Sufre, sufre el hombre sin memoria, sin ancestros, sin amor.
El sufrimiento es una ilusión manipulada
Sufre apegado a su ego construído, preso, ingrato, el ignorante espiritual.
Al que no trasciende hay que dejar pasar, tal vez aportar con entusiasmarlo para que pase rápido, sin trascendencia alguna, como una humorada pasajera.
FIN
Hace algunos años, trataba de despertar a la gente... Sufrí un poco por eso, sufría con mis propias frustraciones, también me incomodaba que hubiera tanta gente dormida, ciega, todos dentro de un cilindro que da vueltas en si mismo, me hacía gozar hasta explotar cuando alguno cambiaba la mirada y por fin vió, ¿qué vió?, pues la frecuencia del existir, de su propio existir, ¿Qué es eso que te hace vibrar tan diferente al un otro?... Perdí mucho tiempo en eso, es imposible acompañar a un otro en su camino personal, para eso tienes o debes estar profundamente enamorado y enamorarse de un dormido es difícil.
Es la bondad la que enamora, al menos a mi ser, le intriga hasta el acercamiento la nobleza y bondad.
Que pena que ambos principios esten en extinsión, el ser humano los extinguió de su historia, de su corazón, de su memoria.
Lo curioso es que es justamente ahí donde nacieron y donde podrían reaparecer, dentro de un espacio imaginario en la mente de un animal, ese espacio es el que llamamos inteligencia, qué inteligente esta especie que se autodestruirá pronto, esa inteligencia que solo la humanidad interpreta, por ahí algún can capta ordenes, pero más que eso es una inteligencia egoísta y soberbia, subjetiva, captada y regulada, ciega, humana.
Ese animal debe comprender que esa inteligencia es un espacio imaginario, que no colabora más que así mismo, ningún otro ser vivo goza o se beneficia de eso y es más bien una enfermedad, que mata todo, lo envenena, cubre, asfixia y seca, la humanidad.
No sé si quisiera muchos autos tras la carroza que llevará mis restos materia, los observaré desde el viento tratando de entender el dolor, un dolor inventado.
Sería mejor reir y celebrar, digo yo, ya que me voy, es mi turno, porque al fin vuelo sin lo que acongoja al ser humano, esos pensamiento llenos de soberbia y autoconvicción.
Y qué me pone feliz? Bueno todo lo que viví y superé, todo lo que aprendí y también lo que acepté al final ya sin condiciones, sin autoregañarme. Eso es amor y me pone feliz, me enamoré de mi porque era la única forma de creerme , aceptarme y autoconvencerme, nunca conocí a alguien más fuerte y sincero.
Fui la única que me creí tanto como yo misma.
Por eso voy feliz a ver si tengo suerte en esta muerte y en la próxima ruta encuentro un lugar para mi.
Y si despierto formateada, ojalá sea en un colibrí, uno común, que no llame la atención más que de los que lo quieran cuidar sin encerrar.
5 de nov. de 12
Salgo a correr a menudo, me hace bien, fluye mi energía que es necesario
Últimamente ejercito algo que me es familiar en el cotidiano.. Cierro los ojos y sigo corriendo, no pienso y trato de avanzar sin ver… Lo que más pueda.. Cuando me siento insegura abro los ojos instintivamente y no puedo evitarlo, pero veo lo mismo de siempre… Si cierro los ojos y sigo derecho sintiendo el camino en mis pies puedo avanzar en la instintiva incertidumbre … Conozco el camino, puedo cerrar los ojos, no pasará nada.
Cuando era pequeña no pensaba en el futuro mientras no lo veía, debe ser en el momento que ya entro al colegio y tomo autobuses con un adulto cuando comienzo a percibir que hay muchas puertas para abrir, abiertas, para golpear, en fin.
No sentía que mis progenitores las veían tan claras como yo y ellos si, (supongo que medio inconscientes), ponían muros para que yo no pudiera ver, ni pasar, es más, ponían el muro, se iban a trabajar y me dejaban con ese muro junto a una señora que me cuidaba tan o más pequeña que yo, alguien que ni siquiera sabía que eso era un muro.
En la medida que fui creciendo hubo ya un momento en que veía que el muro se ponía casi a mi altura, tal vez en unos años ya pueda ver por sobre él, pero lo que yo haria si o si, era escalarlo y pasarlo, necesitaba llegar a ver más muros, treparlos y pasarlos, mi camino sería cruzando, derribando, escalando, jamás el lineal y aburrido que todos hacen para no alterar qué se yo.
Además era claramente más rápido.
También percibí que mis padres no podían construir más alto el muro, porque no tenían la altura necesaria.
El universo es un labertinto, lleno de muros que propone un camino que sigas, uno camina sin cuestionarse mucho, de acuerdo a tus orígenes, ancestros, dramones familiares, secretos oscuros y cancerígenos, prejuicios limitantes, educación, entorno y amor..
El amor es una frecuencia a seguir, sin ver, sin calcular.
El amor incondicional es una opción que te empuja a la verdad, es terrible porque no te percatas que existe hasta que el ser que te lo entregaba muere, era el ser menos cómodo en su laberinto que eligió con amor, un ser muy elevado.
Para mí desaparece, se desintegra, una capa de mi frecuencia, un halo que hoy no está. Intuyo que pronto reaparecerá formando parte de mis nudos energéticos de inspiración universal, pero falta elevarme, aun soy nada y no poseo la capacidad, la estoy buscando y descubro mucha ignorancia, no estoy preparada.
Entonces el dolor te detiene y ahí si puedes observar donde estás, en medio de un laberinto, lleno de opciones y esa fuerza, esos brillos de alegría, esas señales que a veces me llamaban solo por curiosidad ya no están... Es un pequeño tiempo, finalmente un instante en que comprendes que esos conocidos no están, pero que hay más, no tan amados en la materia y en esta dimension, pero hay más, están en muros más altos o lejanos y no tengo la altura para alcanzar, pero si la fuerza para derribar, tal vez ya debo comenzar a buscar como crecer para llegar a altura y fuerza, soltar lo que inertemente me arrastra, busca que vuelvas a ser pequeño, no por maldad, por ignorancia, competencia, valores entregados en esa infancia ajena quedando arraigados de por vida, tan pesados que no le permiten elevar.
Muchos confundidos solo calculan, calculan lo alcanzable, lo domable, lo que los muros te permiten ver, ellos sienten satisfacción al crecer haciendo más fuertes y bellos estos muros, una zona de confort controlada, cómoda, sin asperezas, sin dramas aparentes que esucien esta pulcra perfección.
Me parecen necesarios hoy, porque sin ellos no tendríamos los peldaños que nos ayudan a elevar y son tan felices y cómodos en sus pasillos del laberinto, sin ser capaces de ver que uno pasa por sobre ellos en una búsqueda ignorada, ni de mucho interés, beneficiando a quienes nos elevamos, porque llega un momento donde no ven y no son capaces de actuar frente a nuestro bienestar espiritual.
Lo mejor que puede pasar es que no existamos para ellos.
Sueño : “El ratón negro y el ratón blanco no pueden pasar, porque hay un bello hamster muerto en el camino.”
Gracias gracias gracias y dejenme por allá que no duele.
Figuraba un mal día junto a mi hija dentro de nuestro auto en una de las arterias más concurridas de la capital en el barrio oriente, estabamos en un atochamiento que es más o menos normal en un país subdesarrollado como este Chile, como estábamos detenidas y avanzábamos lentamente sin percatarme no dejé pasar a un chofer de transporte público que hizo el amague de lanzar su máquina a la 2da pista, donde venía yo junto a mi pequeña y, como estaba preocupada comunicándole por whatsapp a su padre que debía comprar implementos para su aseo dental, la verdad ni me percaté que no le di la pasada. Si yo hubiese estado tranquila económicamente no le hubiese hablado al progenitor para mendigar aquellos implementos, pero la verdad es que mi economía había menguado ya desde hace un tiempo, mi prioridad era ella, mi hija y su bienestar valórico más que ganar dinero.
Habíamos salido recién de una cita al dentista, quien me entregó entonces esta lista de implementos dentales que debía comprar para su limpieza ya que el tratamiento para recuperar su dentadura más o menos normal consistió en instalarle frenillos o braquets, tratamiento que nos vimos obligadas a llevar a cabo por un accidente doméstico absurdo en casa de su padre, el accidente provocó que se quebrara dos muelas severamente, trizadura de una paleta, quebradas las puntas de dos colmillos y se partiera el mentón.
Figuraba entonces, con el auto detenida en el taco, discutiendo con el progenitor por el costo de esos indumentos cuando de pronto sentimos un estruendo, era el chofer del bus con su máquina pasando por el costado donde yo iba, como una locomotora arrasaba espejo, fierro, fue tanto que apreté el freno porque pensé que me arrastraría hacia adelante e impactaría el auto que estaba detenido delante mío. era interminable, pensé que perdería todo el costado de nuestro vehículo, yo no entendí mucho de inmediato, mi hija explotó con un ataque de histeria porque pensó que me habían volado un brazo, entre vidrios gritos y no sé qué más veo al mismo autobus que nos atacó por la tercera pista que estaba detenido unos 50 metros más adelante, la luz del semáforo estaba verde, entonces yo ingenumente pensé que se había detenido voluntariamente por el accidente que provocó. Como no podía tranquilizar a mi hija tomo el teléfono móvil y le digo:
-Hijita me tienes que ayudar! Graba todo lo que pase , porque voy a ir a exigirle al chofer que se estacione y se haga responsable -
Le paso el teléfono ya grabando video y salgo corriendo para increpar al chofer del autobus satánico. Para mi sorpresa y emoción, el chofer se detuvo porque los pasajeros lo obligaron, quienes encerrados dentro del transporte me gritaban por las ventanillas:
-No se preocupe mijita, este hueón no se va a arrancar, nosotros no lo vamos a dejar!!-
Entonces que tras un titubeo soberbio se estaciona el hombre victimario en la primera pista y yo corro donde mi hija al auto, lo hago andar y rápidamente me estaciono cruzada frente a él ( un poco por adrenalina más que nada, la verdad no era necesario), pero en eso llega una mujer con más adrenalina que yo en un gran jeep que cruza despues que el mío y se baja tipo film de Tarantino, extendiendo su mano con su tarjeta de presentación y me dice en altavoz : -Vi todo, seré tu testigo, llámame!
Yo entre tanta cosa no podía ordenar mis ideas, me emocionaba la gente que me quería ayudar, entonces llamo al padre de mi niña para que al menos se presentara para sacarla de ese lugar cosa que hizo, luego llamo a los carabineros y a mi hermana... Es como una especie de tic que tengo, llamo a mi hermana cuando estoy en shock.
Es así que llegan una pareja de carabineros hombre y mujer, caminando como quien camina por la plaza del barrio, él era exagerádamente grande y comienza una situación urbana que creo que ha sido una de las más freakys de mi vida.
La declaración del Chofer fue que yo le había tirado el auto encima propinándole improperios y él no sabía que hacer mientras yo le dañaba la carrocería del bus... Yo como nunca había sido expuesta a una situación similar, me puse a increparlo a viva voz y la carabinera me decía que que guardara silencio o que esta reacción me perjudicaría, la verdad es que me sentí profundamente frustrada, pero ya no pude aguantar cuando el vulgar hombre dijo a la policía que entre faltas de hortografía y gramática anotaba a manuscrita lo que verborreaba el sujeto:
-Y mire en resumen acá lo verán los abogados ( de la empresa de transportes), y ésta ( yo) ni se imagina todo lo que va a tener que pagar-
Fué tanta mi indignación que como que algo se apoderó de mi, entonces medio sonreí y mirandolo a los ojos le expresé:
-Acá el que no se imagina cómo va a pagar es usted, porque esa persona que quiere tanto finalmente se le va a morir, si! Esa persona enferma que tiene que cuidar, va a morir lentamente y con mucho sufrimiento, es el cáncer que se la está carcomiento y usted ni se entera porque está concentrado en hacer daño, en romper autos con mujeres dentro y no solo eso, con infantes.
El hombre de inmediato quebró esa actitud soberbia y altanera, con los ojos llenos de lágrimas, no supo qué más decir, estaba tipo aturdido, el carabinero hombre se acercó de inmediato a mi y expresó;
-Oiga! No se le desea la muerte a naiden-
-Yo no le deseo la muerte, ya esta muerta, no hay vuelta atrás. Y ahí la mujer carabinera insiste en que debo guardar silencio, absorta.
Es así que hasta me sentí mejor, no se quien me sopló, pero me contuvieron desde por allá, eso inexplicable pero que escucho.
Entonces terminada mi declaración, reconfirmé que el auto quedó andando, estaba un poco arrepollado hacia la cola y sin el espejo izquierdo, pero tampoco arrancó de cuajo el soporte, que colgaba sin vidrio, pensé en mis animales que en casa estaban y no habían comido porque esa mañana salimos muy apuradas, ya me habían robado los espejos en una ocasión con motor y todo, entonces iría rápidamente a un lugar conocido donde me pegarían no muy profesionalmente. pero bastante seguro, el soporte del espejo y otro espejo inamobible. Entonces interrumpe mis reflexiones la carabinera:
- Oiga! - Le puedo pedir un favor?
- Claro -
- Lo que pasa es que no tenimo patrulla, entonces le queríamos pedir si puede llevarlos a la comisaría -
Yo aun no me recuperaba del impacto y claro no me podía negar ante la petición de estas microautoridades. Entre dientes expresé:
- Claro, cómo no, súbanse -
Camino a la comisaría con la copiloto carabinera y la gran humanidad del carabinero depositada en el asiento de atrás del auto, yo lo miraba por el espejo retrovisor y ocupaba todo el cuadro, una situación rimbombantemente especial me dije mentalmente:
- “Como siempre”, no puede ser simple-
Pero a la vez pensaba que no me iban a multar al menos por ir con el espejo colgando en ese trayecto. No fue mucho tiempo, llegamos a la comisaría donde hicimos un procedimiento de multa igual porque estaba con la revision técnica de mi auto vencida.
Está lleno de buenas personas pensé.
FIN
En nuestra primera cita Felipe casi muere de hipotermia.
Le gusto.
Cuando era niña, vivía en Monitor Araucano número dos, dirección impresa en mi cerebrito hasta hoy, pienso que va a estar toda mi vida ahí, como reacción reflejo eterna.
Mi madre trabajaba y mi padre también, esto debe ser a mis cuatro o cinco años, porque cuando tuve cinco años, nació mi hermana y no me acuerdo de que haya estado ella.
Me dejaban a cargo de la Señora Silvia, una nana muy gorda que vivía en un campamento tomado cercano a nuestra casa, con la señora Silvia cuando no estaban mis papás, íbamos al campamento y pasábamos mucho tiempo allá, recuerdo que lo pasé bien y en la medida que ibamos me gustaba mucho pasar el tiempo con niñas allá, había una que me parece que era sobrina de la Señora Silvia que se llamaba Pocha y debe haber tenido 17 aprox, era grande y me hacía peinados al estilo de las niñas de allá, las separaciones de las paredes eran géneros y telas gruesas, el piso era de tierra, no había negocios normales.
Recuerdo haber andado en triciclo tipo carreras con tricilos como de fierro, lo pasaba bien, había una niña de mi porte, pero no recuerdo su nombre, me aburría con ella, pero tenía los peinados que hacía la Pocha, entonces una vez le pedí que me hiciera el mismo de ella que consistía hacer una partidura de cuatro partes en la cabeza y cada parte una trenza, un poco estilo africano.
Entonces tranquila con el nuevo look hasta que llegó mi mamá y recuerdo que no le gustó mi peinado, no recuerdo exactamente como fue pero luego Pocha no me hizo más peinados y después de eso no me llebaban mucho a donde ellos, por eso comencé a escaparme y llegaba donde ellos igual, entonces pasaba tardes un poco a regañadientes de la señora Silvia, pero estoy segura que en el fondo de los fondos, le complacía que yo me sintiera cómoda y feliz en sus reinos.
Un día me levanté temprano para ir, era invierno y hacía frío, esto quedaba a los pies del cerro San Cristóbal, vivíamos muy cerca, es más desde la puerta de mi casa veía el campamento. Esa helada mañana cuando vi era algo tan extraño, como que mi cerebro no podía decodificar ... No había nada, era un basural, me costó unos buenos minutos entender que se habían ido y me dolió.
Caminando sobre lo que dejaron era similar a imágenes post guerra, no entendía y tampoco podía preguntar ya que era un temón.
Cabezas de muñecas, ropa, triciclos buenos pero esos antiguos, pelotas pinchadas, algo que me perturbaba era cómo habían desaparecido las casas, las calles o pasajes que había, todo desapareció. Y sólo quedaba basura por montones.
No lloré, pero creo que experimenté por primera vez la desolación.
FIN
Este año los damascos se pudren en el suelo, ha muerto mi tía amada, la que los convertía en mermelada.
No los voy a recoger, será para siempre mi rebeldía, una forma ingenua de devolver esto, al no entender porqué ha partido mi tía.
Y descubro tanto llanto y contención que se va con su escuchar y no vuelve, no está más, y la escucho susurrar, “Así es la vida Carol quin, tu lo sabes mejor que nadie, ese equilibrio entre dulce y agráz”
Corazón desgarrado, me falta aquel dulce para siempre.
Quizá cuanto tiempo tome aprender a vivir sin ese cariño en un abrazo, ese espacio de latidos verdaderos, ese instante sin disfraz, un ser humano en mi ADN, un valor fundamental.
Te amo siempre tía Ceci.